Un proceso de cobranza se lleva a cabo en una entidad financiera, para obtener el pago de una responsabilidad adquirida por un cliente. En este caso, tal responsabilidad (que puede ser un producto o servicio), tiene la cualidad de estar en curso y con posibilidades de convertirse en una deuda en mora.
Resolver los casos de mora de manera satisfactoria en una entidad financiera es muy conveniente. Pero primero, es importante entender cómo se desenvuelve un proceso de cobranza porque permite hallar una metodología que no afecte la experiencia de los usuarios.
El pago puede realizarse antes, durante o después de recibir de un producto o servicio, y claro, esto depende de lo que se haya acordado entre las partes. Por ende, el objetivo de cualquier entidad es que el usuario efectúe el pago en las fechas establecidas. Si esto último no se cumple, la entidad inicia un proceso de gestión de cobranza.
Qué pasa si no existe una buena gestión en un proceso de cobranza
Si no se tiene implementada la gestión de cobranza de una manera adecuada, tanto a corto como a largo plazo, pueden surgir inconvenientes que afectarían de manera grave a la entidad financiera.
Por esta razón, es necesario considerar las siguientes situaciones que pueden generarse al no contar con una estrategia efectiva de cobranza:
- Se reducen o pierden las ventas, debido a que cuando existen cuentas con retraso, no se establecen nuevas deudas mediante créditos.
- El respeto de los clientes se pierde, ya que, cuando no se realiza la cobranza, este piensa que el tiempo de pago es flexible.
- Puede que la cuenta ya no sea cobrable, y si se puede recuperar, se hará de manera lenta.
- Generan dificultades con respecto a la gestión dentro del área de crédito y cobranza, de modo que las cuentas sin pagar se incrementan en cantidad.
- Si no se recuperan las cuentas en el momento oportuno, la entidad paga sus intereses y deudas que posee; lo cual conlleva a no tener liquidez, que a su vez limita la capacidad de compra.
Una estrategía para estructurar un proceso de cobranza efectivo
Las organizaciones financieras deben tener en cuenta los siguientes puntos para un proceso de cobranza efectivo:
- Estructurar un proceso apto de cobranza
- Realizar una segmentación de clientes según las etapas del proceso.
- Acoplar los canales digitales de comunicación.
- Organizar las acciones y emplearlas para convertir las deudas en activos líquidos.
- Estandarizar y automatizar procesos.
- Reducir los costos y disminuir los tiempos del proceso de cobranza.
- Replantear la dirección de los recursos para los procesos de cobranza.
Por otra parte, habrá circunstancias que favorecen la estrategía que se quiere implementar. Una forma es digitalizar el proceso de cobranza que se puede llevar a cabo a través de un software de gestión. Esto posibilita el aumento de la productividad y la eficiencia de un equipo de cobro.
Lo anterior se expresa en acciones como: segmentando a los clientes; medir cómo va la cobranza; tener todo un sistema para contactar a los clientes de manera omnicanal (automatizar el envío de recordatorios por correo electrónico, WhatsApp, mensajes de voz, etc.); monitorear el tiempo real; entre otros.
Si esto es lo que desea tu entidad u organización, tenemos para ti diferentes soluciones. Keos es capaz de implementar herramientas digitales y establecer canales de comunicación eficientes. Todo esto para hacer del proceso de cobranza un procedimiento efectivo y optimizar la experiencia de las personas involucradas.
