Son 544 casos de fraude digital por minuto en Latinoamérica, lo cual se puede evitar con herramientas como la autenticación biométrica. Y en el contexto actual, los canales digitales de atención de las entidades financieras necesitan solidez en la forma en que son empleados para preservar la seguridad y confianza de los usuarios.
Existen métodos específicos para el robo de información y falsificación de datos para engañar a los usuarios de los servicios financieros. Por ello, es importante saber qué es el fraude digital o phishing, y cómo afecta al sector financiero. Además, es clave entender cómo las organizaciones financieras pueden evitar que tanto ellas como sus usuarios sean afectados.
Qué es el fraude digital
El fraude digital, o phishing, se puede definir como la actividad que realiza una persona para captar información de manera ilegal por medio de canales de comunicación. En esta modalidad de estafa se simula ser una persona o entidad para obtener datos delicados:
- Identificación personal de consumidores
- Credenciales de cuentas financieras
- Contraseñas
- Números de cuenta
- Claves de acceso a la banca electrónica
- Datos de una tarjeta de crédito
Antes las estafas se realizaban por medio de líneas telefónicas. Ahora con el avance de la tecnología, los canales digitales son el medio por el cual se elaboran. Entre los ejemplos de fraude digital se encuentran el uso de sitios web falsos, instalación de virus troyanos, key-loggers, screen-loggers, envío de mensajes SMS, suplantación por medio de WhatsApp, etc.
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Cómo reforzar la ciberseguridad y evitar el fraude digital
Una forma en que las entidades financieras pueden hacerle frente a los casos de fraude digitales es a través del onboarding o autenticación biométrica. Este es un proceso de reconocimiento inequívoco de personas basado en uno o más parámetros de comportamiento o rasgos físicos.
Algunos parámetros de autenticación biométrica de comportamiento son la forma de caminar, la firma manuscrita y el reconocimiento de voz. Y entre los rasgos físicos están la retina, el iris, la huella dactilar, los rasgos faciales, la forma o las venas de la mano, la sangre o el ADN.
El principal beneficio del uso de la autenticación biométrica para autentificar personas es que no hace falta recordar contraseñas para acceder a los sistemas o aplicaciones. Los datos biométricos no se pueden olvidar ni se pueden perder, ni robar, ni tampoco falsificar.
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Cómo funciona la autenticación biométrica en ciberseguridad
La autenticación biométrica funciona como complemento a la tradicional identificación de usuario por medio de login y contraseña. Igualmente, se usa como aumento de capa de seguridad, doble factor o como único método de autenticación al sistema.
En el primer caso, el doble factor hace referencia a la identificación de usuario mediante un login y una contraseña, donde luego se integra la autenticación mediante biometría. En el segundo caso, solo se da la identificación por medio de biometría.
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